Yo era un animal nocturno. Vegetaba en casa hasta que caía la noche y me lanzaba a las calles. Era. Porque ahora soy un animal diurno, ya no soporto a la gente que sale de noche, me ponen de los nervios la panda de descerebrados que pueblan los bares y clubes de Madrid. Me estoy haciendo viejo. Pero como mis amigos llevan el mismo camino, pues últimamente hacemos planes diurnos, que consisten en pasar todo el día juntos, comer, hacer algo cultural y, si no nos puede el cansancio, acabar rollo chill-out en casa de algún amigo.
Ayer tocaba plan diurno. Así que resumo lo que puede ser un plan diurno perfecto en Madrid un día de sol:
- Inicio de la ruta: barrio de Conde Duque, mi antiguo barrio. Mala elección: empezar en un bar llamado El cangrejero. A mí me encantó porque sonaba a Bob Esponja. Pero no era tan amable todo como en los dibujos favoritos de los niños (y de muchos adultos), sino que el dueño era un hombre arisco y antipático, y los precios eran todo menos populares. Precio de una ración de patatas (en realidad una bolsa cutre y pequeña de patatas fritas): 2 euros; de aceitunas, 3 euros. ¡¡Anda ya!!
- Continuar por La taberna de San Bernardo, en la calle del mismo nombre esquina con San Bernardino.En este bar, pides la comida y luego te llaman a voces, destrozándote los tímpanos. Lo gracioso es siempre hacer la puñeta a algún amigo poniendo su nombre o mote.
- Seguir la ruta gastronómica por los bares de tapas más cool de Malasaña, especialmente el Divina Gula, calle Fuencarral a la altura de la Glorieta de Bilbao. Tapas superelaboradas y complicadas por precios aceptables. Han perdido calidad, mi brocheta de solomillo al curry no fue lo que me esperaba.
- Visitar la Zarrien Haus de moda en Madrid, Tiger, donde puedes comprar cualquier zarrio inútil por una escasa cantidad de dinero. Me compré unos bolis muy monos, un exprimidor de limones rojo y una caja de bombones en forma de corazón para repartirlos entre mis amigos, a los que quiero mucho.
- Tomar el café en el café Ruiz, un clásico de Madrid, el típico café de mesas de marmol, tan castizas. Hay que procurar no quedar con amigos con dos niños pequeños, te pueden atragantar el café, amén de comerse tus barquillos y chocolatinas que lo acompañan.
- Dar esquinazo a los amigos con niños (no, no voy a ser padre definitivamente) y pasear por el barrio de Malasaña, para ver cómo se ha convertido en el barrio más trendy de Madrid, hasta pasar al Triball. Este es el barrio que ha nacido detrás de la Gran Vía, un barrio conflictivo, sórdido y hasta peligroso, que lo están reconvirtiendo en una especie de SoHo a la madrileña, pero que le queda mucho por llegar a ese nivel neoyorquino.
- En el Triball, asistir a un evento moderno, de esos que te cuelas porque tienes cara, organizado por una marca de ginebra de estas megacaras. Se trataba de un curso de seducción al estilo decimonónico, y te regalaban chorradas y te invitaban a tomar algo. A los chicos, nos dieron un ridículo curso de cómo seducir con un sombrero (gracias a Dios, el instructor pasó de mí); las chicas, cómo seducir con el abanico. Menuda ridiculez. Pero era gratis, estaba muy bien montado, todo era muy moderno y bebías gratis.
- Dejar en un sitio moderno la impronta del barrio del que vienes, San Blas. Tras un pequeño percance con una chaqueta de ante de una überpija (un ligero derrame de líquidos) y su sobrerreacción maleducada, unos amigos pasaron de la disculpa sincera y amable a sacar el barrio que tienen dentro (San Blas) y ponerlas en su sitio.
-Descansar, charlar y tomar algo en Nanai, en la calle Barco (Triball), local enorme que parece una casa, donde puedes pasar las horas de charleta con tus amigos, mientras escuchas buena música. Allí nos reunimos con los embarazados. Son tres parejas de amigos que han decidido ser padres. ¿Por qué? Vete a saber...
- Cenar en el Lunch Box (también en la calle Barco, más cerca de Gran Vía), un barrio de estética retro cincuenta y temática tiki (de Hawaii), donde venden unos bocadillos de diseño que quitan el sentido.
- Darte cuenta de que llevas muchas horas fuera de casa, estás viejuno y agotado y retirarse a tu mansión, a tumbarnos en el sofá y darnos una sobredosis de la segunda temporada de Glee, que es más ñoña aún si cabe que la primera, pero que me divierte muchísimo.
¿No es un buen plan para un sábado, al fin y al cabo? Vale, me faltó algo, ir a la Fnac y comprar algo, pero bueno, eso ya lo he podido hacer hoy...
domingo, 13 de febrero de 2011
miércoles, 9 de febrero de 2011
Di sí, di no
En mi eterno afán por enseñaros, por mostraros la luz, aquí vienen mis recomendaciones de la semana, dividido en dos secciones: DI SÍ, DI NO.
DI SÍ:
- A King's speech (El discurso del rey): la película favorita para los óscars es todo un recital de buenas actuaciones, de un buen guión basado en una buena historia, de una puesta en escena impresionante.
DI NO:
- A 127 horas, de Danny Boyle: la historia del montañista que se cae en una grieta y se ve atrapado por un pedrolo en su piedra es un auténtico tostonazo. Aburrida, pretenciosa, cansina...Yo me tiré toda la película pensando en que ya pasaran las 127 horas y se acabara. Ni se os ocurra gastar un euro, por mucha nominación que tenga para los óscars.
DI SÍ:
- A las series americanas: acabo de terminar de ver "The wire", una de las mejores series jamás hecha, para todos aquellos que os guste el rollo policíaco y para los que no, como yo, porque la serie es mucho más.
DI NO:
- A las series españolas: cada vez vamos a peor. El otro día se me ocurrió ver El barco y mis instintos asesinos volvieron a surgir. No he visto cosa más mala en la vida. Intentan hacer un Perdidos a la española, pero sin tensión, sin buenos personajes, sin trama y con todos los elementos ridículos que parecen obligados en cualquier ficción de nuestro país: personaje gracioso, niña repelente, jovenzuelos y jovenzuelas de buen ver, un hombre de España (al estilo del inefable Fiti) y, como protagonista, el Javi de Verano Azul (la serie de Chanquete con la que toda generación de nuestro país ha sido torturado en alguna ocasión).
DI SÍ:
- A las dos nuevas divas de Europa: Adele y Robyn. La primera es una joven de 21 años inglesa, que canta como una auténtica diva del soul, quitándole el trono a Amy Winehouse (esta sigue perdida en su mundo de alcohol y drogas), que está siendo un auténtico exitazo en UK. Os recomiendo que busquéis dos canciones llamadas Set fire to the rain y Rolling in the deep. Impresionante. La otra, Robyn, es la que debería romper en cualquier pista de baile y no la cansina de la Gaga, que ya aburre. Escuchen ustedes Dancing on my own o Indestructible.
DI NO:
- A Pablo Alborán: ¿alguien necesita otro cantante cursi con tonito aflamencado? ¿Somos Europa realmente? Ya basta de cantantes ñoños que cantan a un amor choni.
DI SÍ:
- A irse de compras al centro: dejad de comprar ya en el Plenilunio, por favor, que parece esto ya "El ataque de los clones". Id de compras a Malasaña, a Fuencarral, por el amor de Dios.
DI NO:
- A los pendientes "CR7", a los pantalones metidos por dentro de las botas (para chicos) y a los botines de flecos (para chicas), y sobre todo, di no al depilado de cejas, especialmente para los chicos. Si tenéis uniceja, pues quitaos discretamente el entrecejo, pero basta ya. Los pokeros que lo hacen parecen alienígenas. Por supuesto, no cejo en mi empeño: NO A LA CRESTA POKERA. Alguien tiene que deciroslo ya de una vez: NO QUEDAN BIEN A NADIE.
DI SÍ:
- A estas camisetas. Se llaman "sufrocomogeno". Reirte de un famosillo de OT siempre es tendencia

DI NO:
- A suspender Lengua y Literatura. No es tendencia. Y menos cuando suspendes por faltas de ortografía o por no estudiar lo suficiente.
DI SÍ:
- A King's speech (El discurso del rey): la película favorita para los óscars es todo un recital de buenas actuaciones, de un buen guión basado en una buena historia, de una puesta en escena impresionante.
DI NO:
- A 127 horas, de Danny Boyle: la historia del montañista que se cae en una grieta y se ve atrapado por un pedrolo en su piedra es un auténtico tostonazo. Aburrida, pretenciosa, cansina...Yo me tiré toda la película pensando en que ya pasaran las 127 horas y se acabara. Ni se os ocurra gastar un euro, por mucha nominación que tenga para los óscars.
DI SÍ:
- A las series americanas: acabo de terminar de ver "The wire", una de las mejores series jamás hecha, para todos aquellos que os guste el rollo policíaco y para los que no, como yo, porque la serie es mucho más.
DI NO:
- A las series españolas: cada vez vamos a peor. El otro día se me ocurrió ver El barco y mis instintos asesinos volvieron a surgir. No he visto cosa más mala en la vida. Intentan hacer un Perdidos a la española, pero sin tensión, sin buenos personajes, sin trama y con todos los elementos ridículos que parecen obligados en cualquier ficción de nuestro país: personaje gracioso, niña repelente, jovenzuelos y jovenzuelas de buen ver, un hombre de España (al estilo del inefable Fiti) y, como protagonista, el Javi de Verano Azul (la serie de Chanquete con la que toda generación de nuestro país ha sido torturado en alguna ocasión).
DI SÍ:
- A las dos nuevas divas de Europa: Adele y Robyn. La primera es una joven de 21 años inglesa, que canta como una auténtica diva del soul, quitándole el trono a Amy Winehouse (esta sigue perdida en su mundo de alcohol y drogas), que está siendo un auténtico exitazo en UK. Os recomiendo que busquéis dos canciones llamadas Set fire to the rain y Rolling in the deep. Impresionante. La otra, Robyn, es la que debería romper en cualquier pista de baile y no la cansina de la Gaga, que ya aburre. Escuchen ustedes Dancing on my own o Indestructible.
DI NO:
- A Pablo Alborán: ¿alguien necesita otro cantante cursi con tonito aflamencado? ¿Somos Europa realmente? Ya basta de cantantes ñoños que cantan a un amor choni.
DI SÍ:
- A irse de compras al centro: dejad de comprar ya en el Plenilunio, por favor, que parece esto ya "El ataque de los clones". Id de compras a Malasaña, a Fuencarral, por el amor de Dios.
DI NO:
- A los pendientes "CR7", a los pantalones metidos por dentro de las botas (para chicos) y a los botines de flecos (para chicas), y sobre todo, di no al depilado de cejas, especialmente para los chicos. Si tenéis uniceja, pues quitaos discretamente el entrecejo, pero basta ya. Los pokeros que lo hacen parecen alienígenas. Por supuesto, no cejo en mi empeño: NO A LA CRESTA POKERA. Alguien tiene que deciroslo ya de una vez: NO QUEDAN BIEN A NADIE.
DI SÍ:
- A estas camisetas. Se llaman "sufrocomogeno". Reirte de un famosillo de OT siempre es tendencia

DI NO:
- A suspender Lengua y Literatura. No es tendencia. Y menos cuando suspendes por faltas de ortografía o por no estudiar lo suficiente.
martes, 1 de febrero de 2011
Hello again
Sí, mi blog está vivo. Siento no haber podido actualizar antes, pero he estado paralizado por los exámenes que me dejaban exhaustos. Y cuando ya he acabado de corregir, otra vez empezamos de nuevo con otra tanda, y esta vez por duplicado. Me gustaría leer las mentes, así podría evaluaros sin tener que corregir ningún examen y ver si algo ha entrado en vuestras cabecitas.
En un mes no te acordarás de ellos...
Lo confieso, me encanta la telebasura, no sé por qué. Sabéis que soy una persona con un altísimo nivel intelectual, con un exquisito gusto en música, moda, cine...y sin abuela. Y, aunque paso la mayor parte del tiempo viendo series de calidad en mi enorme televisión, de vez en cuando caigo en la tentación de ver un buen programa telebasuresco.
Ya que GH es insoportable, puesto que este año está repleto de infraseres carentes del más mínimo interés (pokeras, gente descerebrada, aún más que de costumbre, unineuronales todos), rápidamente he abandonado la sola idea de pasar más de diez minutos viéndolo. He ahí con la necesidad de digerir otro espantoso reality show. Por ello, comencé a ver OT, que este año debería llamarse OF (y no por Operación Fracaso, sino por Operación Friki).
A estas alturas, todo el mundo sabe que ser concursante de OT sirve para varias cosas:
1. Ser olvidado rápidamente, sobre todo si eres el ganador.
2. Acabar como coro chusco de programuchos como el de MariTere Campos
3. Ser coro en uno de los infames musicales que se programan en la Gran Vía madrileña, sin que salgas ni en los carteles. Por ejemplo, como Hiena 4 en "El Rey León".
Por eso, me sorprende que aún haya gente que se presente con ilusión a este chow, con esperanzas de sacar algo en claro. Ay, pobres.
Este año ha sido el año de los cambios: Jesús Vázquez ha sido cambiado por una emotiva jevi, de rostro hermoso pero escasas aptitudes para el directo: Pilar Rubio. Es muy maja, pero la pobre se la ve tiesa y poco natural. Claro, que un show que dura cuatro o cinco horas da para poca naturalidad. Y poca diversión.
También han cambiado la táctica para elegir a los concursantes, puesto que han dejado de elegir a concursantes guapos y guapas y han elegido a los frikis que se presentan año tras año sin éxito. Este ha sido su año, felicidades por ello. Es verdad que sois feos, que ni siquiera cantáis bien, pero os han elegido. Entre los concursantes hay una chica ciega que abre mucho las vocales al hablar pero que canta fatal, dos chicos que parecen chicas que quieren ser chicos, un obeso, una ex-concursante loser de la primera edición que parece la madre de todos los demás, una chiquita gordita que canta muy bien y que llora a todas horas, y otros personajes varios que ni pinchan ni cortan.
Esto quiere decir que los creadores de OT han visto Glee, y han decidido adaptar este formato (los losers del instituto americano reconvertidos en estrellas: la gorda, el gayer con voz de chica, el handicapado, aquí en versión femenina y ciega, el guaperas...), pero con un pequeño matiz: donde hay buenas voces en la premiada serie americana, aquí hay una panda de gatos metidos en una bolsa que destrozan las canciones. Incluso se han atrevido a que la mayoría de las canciones sean en inglés. ¡En España! Sabiendo el nivel de inglés que se gasta la gente de nuestra querida piel de toro, es todo un atrevimiento. Todos acaban cantando en un "wachinloviu" bastante sonrojante, amén de un destrozo aún mayor de la canción original, además del producido por sus escasitas voces.


Y de ellas, tampoco.
Pero tengo un problema. No me puedo ver el programa entero, es tanta la vergüenza ajena que me produce y tanto el aburrimiento por lo largo del show, con tanto intermedio, con tanto vídeo graciosillo sobre estos infraseres en la academia, que el tedio me puede y me quedo irremediablemente dormido en mi comodísimo sofá de diseño. Y es que eso es lo que me pasa con estos programas basura, que por mucho que me gusten por el disfrute de ver algo tan horrendo, acaban cansándome. Soy inconstante hasta para la telebasura.
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