Hace dos días que todo comenzó. Ya no hay marcha atrás. Eran las nueve y se empezaba a oir el rugido de las bestias. Se acercaban, el suelo temblaba. Eran ellos. No había sitio donde esconderse. Habían llegado los alumnos y el curso comenzaba.
Todos estábamos aterrorizados ante lo que se nos venía encima: clases, preparación de clases, repetir una y otra vez lo mismo, exámenes, corrección de exámenes. Ninguno queríamos que llegara este momento, pero era inevitable.
Me enfrentaba a un nuevo curso pero con cambios. No, no me he hecho ninguna cirugía estética para parecer (aún) más joven. Mi curso, tal y como lo conocía, desaparecía. Esas pequeñas diecinueve bestezuelas iban a ser disgregadas y mezcladas con otras bestezuelas de otras clases. Lo supe cuando llegué al colegio, pero tenía que mantener silencio para que la sorpresa se mantuviese.
Y sí que fue una sorpresa, aunque ya los rumores se habían expandido por San Blas, barrio de cotillas y porteras como ninguno hay en nuestra querida ciudad. Algunos llevaron el cambio con alegría, sobre todo los que me tenían de tutor, porque todo el mundo quiere tenerme de tutor, y adorarme aún más. Otros, no estaban tan contentos, o bien por perderme de tutor, o bien por no tenerme de tutor, o bien porque perdían a sus compañeros de muchos años. Vale, vale, ya sé que esta razón última era la verdaderamente importante, pero quiero pensar que también lo de no tenerme de sargento-tutor les dio cierta pena.
El primer día fue largo, intenso, lleno de clases, lleno de trabajo. Yo, que venía acostumbrado de no hacer nada más que dormir, ver la tele, leer y jugar a la wii, tener que trabajar tanto me daba como agobio. Pero como soy una máquina, puse el turbo y adelante.
Y lo primero, pues hacer trabajar a mis idolatrados alumnos. ¿Cómo? Haciendo un blog, como este que estoy comenzando hoy. Y todas las semanas lo irán actualizando, llenándolo de sus vidas, experiencias, gustos, cabreos, reflexiones o tontás. Da igual. Todo me va a interesar y me los voy a leer. Y de paso, espero que también lean este sencillo blog, donde contaré mis experiencias en el colegio y daré mis recomendaciones pertinentes.
Juan Antonio no somos unas bestias, somos angelitos, y lo sabes:)
ResponderEliminarEso es verdad Juan Antonio... Y la alegría con la que nos encontramos todos a la vuelta de las vacaciones qué?
ResponderEliminarNosotros también te idolatramos :D
Y espero que nuestros blogs tengan siquientes y que nos ayuden en la nota :)
1Saludo. Marta García
Pero si sabes que nos quieres. No podrías vivir sin nosotros, a que no?
ResponderEliminarClaro que no Bea, en el fondo nos tiene cariño:)
ResponderEliminarJuan antonio yo que era de tu clase me da pena separarme de todos mis compañeros, y tener que ir con otros, porque han sido muchos años y ahora nos separan.
ResponderEliminarY por mucho que dijan de Dani yo te prefiero como tutor.
Haber no dijo que no sea bueno que lo es, pero nose si aún te tubiera de tutur significaria que aún esatiamso 4ºB como antes.
Marta Girón♥
Buah buah buah Que pelotas sois todos. xD
ResponderEliminarPues claro que os quiero. Bueno, al último, que supongo que es mi Rubi, no tanto. Y menos por llamaros pelotas.
ResponderEliminarjajajaja A mi mas xD
ResponderEliminarcon lo majos que eramos los de 3B y decian que eramos los peores jajajaj (marta aperende a escribir xd dijan, tutur )
ResponderEliminar