Sí, soy un esclavo. Un esclavo de mi trabajo. Y diréis, "anda ya, si tardas años en darnos los exámenes". Pero lo soy.
Y lo soy porque quiero. Porque mucha gente que conozco se deprime cada vez que llega el domingo por la noche, porque el lunes hay que ir a un trabajo alienante que no te aporta nada, que no te lleva a ningún sitio. Yo no. ¿Quiere decir eso que me encanta madrugar y trabajar? Pues tampoco, porque tonto no soy. A mí me encantaría llevar una vida tranquila y dedicarme a no hacer nada, porque todo humano es vago por naturaleza. Pero como hay que comer, pagar casas, tener dinero para consumir como si no hubiera un mañana, pues qué mejor manera que hacerlo que en un trabajo que te llena por completo.
Me ponéis de los nervios muchas veces, lo reconozco: cuando veo que cometéis faltas y por eso vuestra nota baja, cuando veo en vuestros exámenes que no sacáis la nota que realmente podríais sacar porque no habéis estudiado lo suficiente o porque no habéis leído correctamente los enunciados, cuando habláis en clase a destiempo y os tengo que pegar un bocinazo...Pero son tantos los momentos buenos que paso con vosotros que me quedo con ellos, cuando veo que aprendéis, que relacionáis conceptos, que recordáis lo que os he enseñado, cuando veo que maduráis y que avanzáis. Todo ello me dice "sigue adelante, lucha por ellos".
Por eso, yo no me deprimo porque llegue el lunes, odio madrugar, sí, pero en cuanto llego a clase y empiezo a enseñar, soy feliz, se me pasan las horas volando, disfruto de cada minuto, con todos vosotros. Y por eso soy capaz de gastar este y el fin de semana que viene en un curso tremendamente largo de Historia del Arte y de la Literatura, para ver qué más os puedo aportar y que luego os llevéis en vuestra mochila el 23 de junio del 2011, cuando nos abandonéis definitivamente.
Y por eso, me iré los días que sean a Roma con vosotros, porque no es mi obligación, sino mi decisión de disfrutar allí juntos, de compartir momentos inolvidables, a pesar de la tremenda responsabilidad que eso conlleva para mí y para mis compañeros, y a pesar del enorme trabajo que supone preparar todo el viaje.
Ayer en el curso aparecieron nuevas cosas que podré enseñaros en Roma y compartir lo que ayer aprendí con vosotros, para que luego lo compartáis en el futuro con vuestros seres queridos, cuando volváis a una ciudad tan mágica y romántica como es Roma. Que volveréis os lo aseguro, y si no, pues tiraremos la monedita a la Fontana di Trevi para que se cumpla ese deseo.
Y sí, esta es una entrada un tanto melosa para lo sarcástico que suelo ser yo, pero es que después de corregir vuestros exámenes (los de 4º A, que eran los que me quedaban) y tener ganas de asesinar a algunos de vosotros (que aún son incapaces de ver una rima asonante con patrón [- a - a] en un poema de Bécquer), me he puesto a leer unos blogs (pocos, hoy estoy agotado después de ocho horas de curso ayer) y me ha emocionado el leer unos cuantos y ver cómo estáis evolucionando y las joyas que tengo (aún por pulir un poco).
Que paséis una buena noche de domingo y hasta mañana.
profe ya que te pones a decir lo de los examenes podias haber puesto de paso la lista con las notas
ResponderEliminarbueno profe gracias y hasta mañana que yo ya me voy a dormir
ResponderEliminarPero pero... pero que sentimental te nos has puesto Juanan :)
ResponderEliminarCreeme que las clases se nos pasarían volando a todos si fueran divertidas y amenas como lo sueles hacer tú (esto no es peloteo) pero creo que no soy la única que piensa así.
A mi ya me vendrán los llantos cuando el curso acabe. Tanto tiempo en el colegio y dentro de poco nos vamos definitivamente... vaya penita...
Acostumbrados ya a unos profesores... todo cambiará
Ohhh...que bonito. De verdad que este curso me trae mucha tristeza...Siempre estamos deseando acabar el curso, que llegue el verano, no estar allí, pero cuando te llega el momento de dejarlo, de dejar toda una vida...es duro. SE me saltan las lágrimas de pensar la cantidad de caras que no voy a ver.
ResponderEliminarGracias profe, gracias por hacer las clases tan amenas y entretenidas, gracias por la paciencia, por el tiempo.Gracias, porque muchas veces no lo valoramos.
A mi la verdad me da mucha pena que sea el último curso.
ResponderEliminarDesde los tres años estoy en este colegio, y son muy buenos la cantidad de momentos vividos, de viajes y de risas.
Toda la gente que conozco, o casi toda, esta aquí. Y todos los profesores.
Y estoy de acuerdo con Irene, porque no es la única que piensa así, y tampoco es por hacer la pelota ni mucho menos, es simplemente una verdad como un templo.
Es imposible dormirse en una clase de Lengua, o aburrirse.
Y por muchos vocinazos que des, sabemos que lo disfrutas, y sin duda nosotros contigo:)
El año pasado ya en el festival Alba y yo nos pusimos medio sentimentales pensando que tras 10 años todo acaba, casi toda nuestra vida acaba para empezar una nueva etapa en la que tienes que empezar de 0; Hacer nuevos amigos, ganarte una reputación...
ResponderEliminarPero que no te vas a librar tan facilmente de mí ya que todos los meses intentaré haceros al menos una visita.
En lo de las clases coincido con Gloria e Irene, son las clases más amenas que tengo ahora mismo, se nota que lo tuyo es vocación con la literatura y que te gusta tu trabajo.
Es cierto, y se nota muchísimo.
ResponderEliminarAh, y esos momentos tuyos sarcásticos ya son esenciales:)